Rica en proteínas, baja en grasas y con muy pocas calorías. Estos son los tres adjetivos que mejor describen al conejo, una carne que se consume en el mundo desde tiempos ancestrales, y que actualmente está catalogada como una de las carnes más saludables que existen en el mercado.
Los expertos en dietética y nutrición recomiendan el consumo de este tipo de carne, al menos, una vez por semana, aunque en España aún estamos lejos de esta cantidad ya que según las últimas estadísticas, cada español consume de media 1,3 kilogramos al año.
¿Qué ventajas tiene comer carne de conejo?
La carne de conejo pertenece al grupo de las conocidas como carnes blancas que se caracterizan, sobre todo, por su escaso contenido en grasas y su escaso aporte calórico. Unos 100 gramos de conejo no sobrepasan las 140 calorías.
Por todo ello, la carne de conejo es muy recomendable en dietas destinadas a reducir los niveles de colesterol, así como en dietas de adelgazamiento. Eso sí, lo ideal es consumir este tipo de carne alrededor de dos veces por semana, sin pasarse de este límite.
La carne de conejo también es rica en vitamina B12, por lo que su consumo está también muy indicado en alimentación infantil, así como en mujeres embarazadas o lactantes. También es un alimento de muy fácil digestión, por lo que está recomendada para personas que sufren alguna dolencia digestiva. También es una carne apta para consumir en las cenas, ya que no provoca digestiones pesadas.
Otro de los beneficios de consumir este tipo de carne es su bajo contenido en sodio. Esto la convierten también en un alimento muy indicado en personas que sufren problemas cardiovasculares, o que tienen alta la tensión arterial.
Asimismo, el conejo es un alimento ideal para deportistas y personas que se someten a una intensa actividad física porque su alto contenido en potasio les ayuda a mantener siempre en forma sus músculos, y a evitar los molestos calambres que se pueden sufrir durante el entrenamiento.